El otrora tronante Bautista, Don Eduardo, ahora está que brama.
Su pupila Sinde no ha conseguido sacar adelante los mandatos que el propio Bautista le había encargado, y la SGAE siente que ya no puede imponer sus puntos de vista con la impunidad que lo había venido haciendo durante décadas.
Se pregunta Bautista en carta remitida a sus socios como es posible que en España no se pueda poner en marcha una ley de protección a los derechos de autor como en otros países.
La respuesta es sencilla.
En España la SGAE se ha convertido en una entidad políticamente antipática y el propio Bautista en un apestado con el que nadie quiere fotografiarse.
Las imposiciones de los artistas han cansado al personal y han conseguido que asuntos de sentido común o de legitimidad incuestionable se conviertan en argumentos indefendibles.
Bautista, Ramoncin, Senante, Victor Manuel, Ana Belen, MIguel Rios y otros semejantes han matado la gallina de los huevos de oro con sus exigencias y sus maximalismos.
Y ahora tienen que irse a disfrutar de sus mansiones y sus yates.
Y los artistas tienen que dejarse de histerismos y conectar con la realidad que falta le hace.
Ellos tienen derechos pero hay que recordar que el derecho de uno termina donde empieza el derecho de los demás.
Si todos vamos a ser mas pobres en los tiempos que vienen, también los artistas tendrán que aprender a ganar menos.
Y lo mismo va con la avariciosa industria de los contenidos.
Es hora de reflexionar sobre quien crea las mafias de las copias ilegales.
¿Es la maldad de la gente o es la insaciabilidad de la industria?
¿Está el estado para proteger a los colectivos mas vociferantes o está para proteger los derechos de la mayoría?
jueves, 23 de diciembre de 2010
Bautista brama
Publicado por Antonio Cordón a las 13:07
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