viernes, 12 de febrero de 2010

Buzzing about the Buzz

¿Alguien se acuerda de cuando Google puso a nuestra disposición las grandes obras maestras del Museo del Prado en una alta resolución nunca antes vista? ¿Y de su servicio de música? Supongo que de Google Wave sí, ¿o no?

Hoy en día Google se ha convertido en una bestia de lanzar nuevos servicios al mercado. (Casi) todos ellos gratuitos para el gran público, ha convertido en tarea imposible el simple de hecho de mantenerse al día con su oferta. Y aunque todos los servicios tengan una cierta sincronización, de manera que no se pisen los unos a los otros, parece que se ha declarado una carrera entre los distintos departamentos para ver quién saca la siguiente "historieta" con más impacto en la Red. Supongo que es cosa de tener tantos grandes cerebros hipermotivados encerrados durante 20 horas al día.

Google sabe que juega en la liga de la economía de la atención. Su estrategia fundamental de marketing es que hablen de ellos. Sin parar. Así, cuando alguien piense en un buscador de Internet, su cerebro inmediatamente se trasladará a Google, ignorando las alternativas de la competencia. No hay más que hacer una simple búsqueda de la etiqueta "Google" en un blog relevante del sector para comprobar que no falta un día solo del año (¡ni uno!) en el que no se hable de Google. Increíble lo que estos chicos han conseguido.

Concretamente, en los últimos 3 días Google ha apuntado hacia la traducción simultánea, la banda ancha y las redes sociales. Bajo mi punto de vista, la compañía está cometiendo el error de lanzar demasiados servicios, uno detrás de otro, sin pausa alguna. Una ambición sin límites que yo creo que no les está haciendo nada bien. Empezando por el depurado de sus servicios. Lo de la versión beta ya no cuela y uno ya tiene suficientes hilos de atención enfocados en la Red como para que ahora me soliciten otro para algo que funciona a medias. Además, se está dando mucho la situación de que la gente entra, prueba, se va y olvida. ¿Ese es realmente el impacto que quiere causar Google? ¿La atención absoluta, pero en el corto plazo?

Dejo ahí esta línea de pensamiento, para que comente el que se anime, y vuelvo mis ojos hacia Buzz, su penúltima iniciativa. Ayer, como tanta otra gente en el mundo, probé el servicio por primera vez y las sensaciones son más bien tibias. En concreto, el problema es que no veo que me aporte gran cosa y sin embargo sin que me causa engorro. Ya se sabe, si el coste es mayor que el beneficio, conviene cortar de raíz.

El principal inconveniente que le encuentro a Buzz es precisamente eso, que es un zumbido. Un zumbido molesto. Ahora entro en GMail y tengo 5 correos de hilos de conversación, que puedo ver en Buzz, y que a su vez puedo ver Google Reader o Picasa. Veo conversaciones de amigos míos con gente que no conozco ni me interesa y mensajes de Twitter que ya he leído y comentado a través de mi cliente de escritorio. En general, uno se vuelve a encontrar con la misma información una y otra vez, como si no tuviese suficiente con la ingente cantidad de feeds a la que ya está suscrito.

No obstante, no negaré que la idea es buena. Una mezcla de FriendFeed con toques de GWave (desde el principio mantuve que ese servicio sólo tenía sentido si se integraba con GMail), que trata de agrupar en uno toda la información generada por una persona. Lo mejor que le veo es, sin duda alguna, la localización geográfica, pudiendo ver los buzzes de gente que se encuentra alrededor.

También le veo muchas posibilidades al servicio con un enfoque corporativo. Todas estas herramientas de colaboración me parecen una excelente ayuda para el trabajador de oficina, aunque para ello haya que pasar antes por el incómodo trago que supone ir desterrando poco a poco al Outlook e ir expandiendo GMail.

Realmente, si funciona, para Google es una jugada redonda. En vez de comprar compañías como hizo con YouTube, agrega las comunidades de la competencia al ecosistema Google y las hace un poco más suyas. Además, al integrar el contenido se hace en parte dueño de él, siendo indexado por sus algoritmos y apareciendo en las búsquedas, alimentando la gigantesca bola de nieve. Así que se podría decir que Google les ha hecho a Twitter y Flickr: Buzzinga!

1 comentario:

Antonio Cordón dijo...

Pues a mi me parece que efectivamente la estrategia de Google, (si es que es una estrategia y no el resultado de su propia deriva empresarial), es simplemente insostenible.

Ninguna empresa puede estar en todas partes a la vez, ni crecer hasta ser un monopolio universal.

Además la salida al mercado de cientos de aplicaciones produce confusión y desconcierto.

Los usuarios de la sociedad de la información se están dividiendo entre los que tratan de seguir las novedades, (con un esfuerzo extraordinario), y los que pasan.

No creo que Google pueda seguir a este ritmo mucho tiempo.