En mi opinión, los navegadores TomTom son ahora mismo los mejores del mercado para la conducción. Tengo uno de ellos y estoy encantado con él, ya que se ha opuesto firmemente a mi mente despistada, permitiéndome llegar a mi destino sin sobresaltos en más de una ocasión. Ahora bien, nunca he actualizado los mapas y no creo que nunca lo haga, por mucho que me manden e-mails insistiéndome.
Con la llegada del servicio de mapas gratuito de Google, el modelo de negocio del servicio de navegación por GPS tuvo que cambiar necesariamente. El siguiente paso que hizo camino fue el que tomó Nokia, cuando dejó de considerar sus mapas como un producto para empezar a tratarlos como un valor añadido a su oferta de terminales móviles. Así visto, los mapas has perdido su valor económico y a todos los demás players de este mercado no les queda otra que avanzar por dicho camino.
Leo en Xataka que TomTom ha empezado a ofrecer actualizaciones gratuitas de sus mapas en ciertos modelos de navegadores en EE.UU. y no puedo dejar de pensar que es el comienzo de un cambio que acabará cubriendo toda su oferta. Porque es que no les queda más remedio, ya que la compañía se encuentra en una posición delicada, entre los navegadores en teléfonos móviles y los que vienen integrados de serie en los coches.
Para mí la clave en la estrategia de TomTom radica en enfocarse más en la venta de su servicio de navegación y menos en la venta de dispositivos GPS con mapas. Esto sería, tratar de extender su presencia en todos la mayoría de puntos posibles: aplicaciones para teléfonos móviles (en todas sus diversas plataformas), acuerdos con fabricantes de automóviles, dispositivos GPS (propios y de terceros), e incluso en barras de pan si fuese posible. La estrategia sería similar a la que está siguiendo Amazon con su tienda Kindle.
Actualmente creo que el principal activo de TomTom es su propia marca, reconocida como una de las líderes en el mercado de la navegación, y sobre ella se tiene que apalancar. Si no, le va a costar mucho encontrar su sitio en una industria joven que se ha visto revolucionada por la convergencia de actores provenientes de otros lares.
Con la llegada del servicio de mapas gratuito de Google, el modelo de negocio del servicio de navegación por GPS tuvo que cambiar necesariamente. El siguiente paso que hizo camino fue el que tomó Nokia, cuando dejó de considerar sus mapas como un producto para empezar a tratarlos como un valor añadido a su oferta de terminales móviles. Así visto, los mapas has perdido su valor económico y a todos los demás players de este mercado no les queda otra que avanzar por dicho camino.
Leo en Xataka que TomTom ha empezado a ofrecer actualizaciones gratuitas de sus mapas en ciertos modelos de navegadores en EE.UU. y no puedo dejar de pensar que es el comienzo de un cambio que acabará cubriendo toda su oferta. Porque es que no les queda más remedio, ya que la compañía se encuentra en una posición delicada, entre los navegadores en teléfonos móviles y los que vienen integrados de serie en los coches.
Para mí la clave en la estrategia de TomTom radica en enfocarse más en la venta de su servicio de navegación y menos en la venta de dispositivos GPS con mapas. Esto sería, tratar de extender su presencia en todos la mayoría de puntos posibles: aplicaciones para teléfonos móviles (en todas sus diversas plataformas), acuerdos con fabricantes de automóviles, dispositivos GPS (propios y de terceros), e incluso en barras de pan si fuese posible. La estrategia sería similar a la que está siguiendo Amazon con su tienda Kindle.
Actualmente creo que el principal activo de TomTom es su propia marca, reconocida como una de las líderes en el mercado de la navegación, y sobre ella se tiene que apalancar. Si no, le va a costar mucho encontrar su sitio en una industria joven que se ha visto revolucionada por la convergencia de actores provenientes de otros lares.
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