lunes, 11 de octubre de 2010

¿Bueno o malo el "ataque" a la SGAE?

Lo malo de haber pasado una semana más desconectado de lo habitual es que me perdí sucesos como el "ataque" a la web de la SGAE, que se extendió también a las páginas del Ministerio de Cultura y Promusicae. Curiosa situación esta a la que nos enfrentamos...

El "ataque" en cuestión se trató de un DDoS (Ataque de Denegación de Servicio), consistente en multitudinarios accesos a una misma dirección web que hacen que se caiga y quede inaccesible durante un tiempo. ¿Es delito? No, al menos no hasta el 23 de diciembre de este año. ¿Es lícito? Ahí ya entramos en interpretaciones y opiniones varias. Los hay que opinan que ha sido un error, y los hay que lo ven como protesta natural ante una situación insostenible.

Por un lado bien es cierto que al "atacar" a la SGAE se le da la oportunidad de ponerse el manto de víctima. Después de años de erosión en su imagen, una acción como esta puede servir como veloz reconstituyente que les ayude a sacudirse ese halo apestoso que se han ido ganando a pulso. Además, aunque un DDoS no esté estipulado como delito, no deja de ser ciberdelincuencia que afecta directamente a la actividad de la institución. No creo que sea comparable a una sentada en la puerta de la sede de la SGAE, porque en cierta manera se les ha impedido trabajar. Ha sido una actividad destructiva, más que constructiva.

Pero la otra cara de la moneda es igualmente válida, si no más. La gente (o al menos la que tiene cierto interés en lo que se mueve en la Red) está harta de cánones, acosos, lobbies, amiguismos con el Gobierno y cambios de leyes para defender las fuentes de negocio de una industria que debería estar ya en cambio. La gente está cansada de que una persona con obvios intereses en el sector pueda ser ministra de Cultura o de que se repartan subvenciones por doquier mientras los enfermos se apilan en los pasillos. La gente está aburrida de ver como la SGAE pierde una tras otra demandas hechas contra webs de enlaces. La revolución está aquí y este "ataque" no deja de ser una muestra más.

V de Vendetta (mejor el cómic que la película, aunque ambos bastante interesantes) tiene una de las mejores frases que he oído jamás: "el pueblo no debería tener miedo de sus gobiernos. Los gobiernos deberían tener miedo del pueblo". Y si bien lanzar cócteles Molotov contra las dependencias de la SGAE sería excesivo, tirar abajo su web es una forma de protesta más adecuada en intensidad y forma.

¿Y qué se esperaban? No se puede permitir que un Gobierno (votado democráticamente) apoye tan descarada e impunemente los intereses de unos pocos. Y si las protestas pacíficas del pueblo contra los gobernantes y su actividad permanecen ignoradas (que no consideradas y descartadas), la gente irá poco a poco haciendo más ruido, cada vez con mayor intensidad, hasta que se hagan escuchar. Así empezaron todas las revoluciones, grandes y pequeñas. Callando al pueblo, hasta que éste se levanta y cambia las cosas.





P.D. También hay otras protestas más divertidas :-)



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