lunes, 4 de octubre de 2010

La huelga y la patronal

Pensaba dedicar un post al después de la huelga, que ha dejado a los seguidores de la izquierda "clásica" hechos unos zorros, como reconoce hoy en El País Almudena Grandes, una escritora de novelones, primero amorosos y ahora político amorosos, que ha decidido escribir unos nuevos "Episodios Nacionales" dedicados la la lucha anti-franquista.

No es que me parezca mal la idea, ya que si alguien merece que se recuerde sus desdichas esos son los que en medio de la indignidad general y la apatía, se dedicaron a mantener focos de resistencia a aquella vergonzosa situación.

Simplemente es que me parece que los tiempos son otros y que los problemas nacionales son de tal envergadura que cualquier intento de volver a los "buenos tiempos", es un desdichado ejercicio de melancolía.

Por eso mis ojos se han vuelto al anuncio hecho este mismo mediodía, de elecciones en la CEOE.

Mucha gente se preguntará para que demonios sirve una organización confederal de asociaciones empresariales, y que mas da que su presidente sea uno u otro viejales con pinta de tendero reclasificado.

Pero en realidad tendría que importar.

En un país en el que la función empresarial está permanentemente bajo sospecha, y entiendo que con razones sobradas, el que el presidente del organismo que representa a todos los empresarios resulte ser un espécimen de la peor cara del empresariado, no ayuda.

En España necesitamos empresas de verdad, que se dediquen a producir y comercializar productos y servicios de altas prestaciones y capaces de competir en los mercados mundiales.

Es la única forma de que aquí podamos tener empleos con buenos sueldos, que son la base de cualquier economía.

Mas que otra cosa necesitamos reivindicar la función empresarial, reclamar el mejor ambiente para el desarrollo de las empresas, y establecer mecanismos de ayuda a la creación y mantenimiento de dichas empresas.

Y como es la sociedad civil quien tiene que reclamar esas cuestiones, y no el estado o los políticos, tiene que haber entidades con la voz y la energía suficientes para hacerlo.

Sin embargo y siguiendo con el debate sobre que sindicatos tendríamos que tener, la actual patronal no cumple esos requisitos, puesto que su eje central es la negociación con los sindicatos, negociación absurda cuando se hace fuera de los límites de la propia empresa.

Si los sindicatos viven de esas negociaciones, muchas patronales viven de lo mismo.

Son las dos caras de una misma moneda.

Y es una moneda que no vale.

Hay que dar un buen lavado de cara a la CEOE, y estas elecciones que hoy se anuncian son una oportunidad.

Siempre que se evite la tentación del continuismo.

Lo malo es que el cuerpo electoral de la patronal se parece mucho a la curia romana.

Y tiende a elegir siempre a uno de los suyos.

Si esta vez es también así, estamos listos.

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