Dice José María Lara, gran patrón del Grupo Planeta, que en España veremos los libros electrónicos cuando se arregle el asunto de la piratería.
Francamente no se que tendrá que ver una cosa con la otra, ya que no veo yo a los internautas "bajándose" el último premio planeta, que es el regalo de reyes típico de los y las maduras españoles.
Pero si que revela como funcionan en España las cosas.
Aquí hay cuatro mandarines que, cada uno en su sector, son los que deciden si vamos a la modernidad o nos quedamos en la feliz, (para ellos), mediocridad, y naturalmente siempre nos quedamos en la mediocridad.
No tengamos banda ancha no sea que nos vayamos a enviciar con internet.
No tengamos libros electrónicos no sea que vayamos a perjudicar al gremio de editores.
No tengamos coches no sea que protesten los de la industria de los carromatos.
En tiempos de Jovellanos no desarrollemos la industria no sea que se nos vayan los braceros del campo.
No desarrollemos la agricultura que perjudicamos a los mendicantes y a los frailes que les dan cobijo.
Y así siempre.
España está permanentemente atascada por los intereses de cuatro monopolistas que mandan mas que los sucesivos gobiernos.
Mientras que Amazon tiene ya una tienda online estupenda y los libros electrónicos valen un 60% menos que los de papel, (y ocupan muchísimo menos), en español solo podemos leer electrónicamente "Los tres mosqueteros" y así.
Siempre me han gustado los libros y no creo que vaya a dejar de comprarlos, pero ¿porqué comprar en papel el último de Ken Follet? (que además pesa un quintal y ocupa un metro cúbico).
Lo tendré que leer en idioma original.
lunes, 18 de octubre de 2010
El libro electrónico y la caverna editorial
Publicado por Antonio Cordón a las 18:46
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