domingo, 14 de octubre de 2007

¿Bodas con robots?

Un imaginativo estudiante de la universidad de Maastrich (en Holanda, para los de la ESO), David Levy, ha basado su tesis en la posibilidad futura de las relaciones sexuales y matrimonio hombre/mujer - máquina. Toma ya.

Después d eun intenso estudio ha llegado a la conclusión, entre otras varias, de que para el año 2050 este tipo de uniones matrimoniales ya estarán permitidas en algunos rincones de nuestro planeta. El sexo vendrá mucho antes.

Según su línea de razonamiento (sería digna de ser leída), si los matrimonios interraciales y entre personas del mismo sexo han sido aceptados socialmente de manera reciente, lo mismo ocurrirá con las uniones (físicas y virtuales) con robots.

Desvarío mental o visionario. Curioso como esos dos términos de confunden. La verdad es que algo de lógica sí que tiene, aunque a día de hoy nos pueda sonar de lo más chocante.

Pero tres hechos están ahí de manera indiscutible:
  • La ciencia avanza, y con ella la tecnología. Los robots cada vez son más evolucionados y reales y sería de necios negar su futura calidad como imitadores de humanos.
  • El sexo vende. Es el primer negocio en cualquier tiempo y espacio.
  • Hay gente pa'to'.
Los dílemas éticos que este tipo de actividades desatarán pueden ser de proporciones bíblicas (nunca mejor dicho). Como se comenta en el artículo, si se usan estos robots en el negocio de la protitución, ¿eso ayudará a la gente a salir de ahí, o sólo acentuará el problema?

La mayoría de los posibles debates que surjan alrededor de este tema ya han sido tratados por el maestro Asimov en sus novelas sobre los robots. Fue él quién definió las tres leyes de la robótica:
  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Y fue él quién se aventuró a proponer un futuro realista con los robots conviviendo entre nosotros.

Yo personalmente tengo verdadera curiosidad por saber cómo se abre camino este tema, cómo cala en nuestra sociedad y cómo reaccionaremos. Yo también predigo la siguiente secuencia: desconocimiento-miedo-rechazo-odio-apreciación-aceptación. Cómo ha ocurrido ya tantas veces en la historia de la humanidad.

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