martes, 20 de enero de 2009

Y por fin, hablamos de Spotify

Spotify ha llamado a las puertas de Internet y ya hace varios días que surgió como novedad en diversos blogs y medios digitales. Hoy, finalmente picado por la curiosidad, he decidido pedir invitaciones en diversas páginas hasta que un buen samaritano ha querido a bien invitarme a usar esta nueva y disruptiva aplicación. Y la califico así porque creo que bien gestionada puede llegar a tener la misma relevancia que el iTunes en la distribución de música en Internet. Pero vayamos por partes...

¿Qué es spotify? Para todo aquel que aún no lo sepa, es una aplicación para oír música en streaming.

¿Streaming? Sí, streaming significa que no es necesaria almacenarla en el ordenador, aunque sí que se descarga de manera transparente para el usuario. Al fin y al cabo, si tienes toda la música en la nube (Internet), ¿para qué la necesitas guardada en tu disco duro?

¿Pero no existían ya otros servicios que hacían eso como Last.fm o Pandora? Sí, pero no con la misma sencillez que spotify. Aunque la principal novedad es que realmente puedes escuchar la música que quieres, cuando quieres, no canciones del mismo estilo o sucedáneos raros como ocurría hasta ahora.

Ah, uh, pero eso es piratería y será rápidamente eliminado de Internet, ¿no? Pues afortunadamente no parece que vaya a ser así. Googleando me he encontrado con este artículo de octubre del año pasado donde se hablaba de spotify y cómo había llegado a acuerdos con varias compañías musicales. En su momento no recuerdo que se le diese mucha importancia, pero mira ahora...

¿Y de qué viven? Pues siguen un modelo freemium, es decir, tienen una versión gratuita, con publicidad, y una versión de 10€ al mes sin anuncios. Ese sistema parece que es el que mejor les va a este tipo de empresas y así es por el que han optado.

Vale, mola, ¿cómo accedo? Pues teóricamente, con invitación. Aunque parece ser que desde aquí también se puede.

Curioso me parece el tema de las invitaciones, ya que claramente lo que persiguen es generar una sensación de escasez que a su vez cree ansiedad por lograr una. Una estrategia de marketing viral que ya utilizaron Google con GMail y Tuenti con grandes resultados. No obstante, al final, todo el mundo que quiere tiene acceso, así que que no cunda el pánico.

Y en cuanto a la publicidad, yo aún no me he cruzado con ella. Supongo que ahora mismo la estrategia pasa por lograr una masa crítica de usuarios encantados con la aplicación, que hagan de evangelistas de la misma y sólo hablen bien de ella (¡cómo yo!). Poco a poco irá entrando la publicidad, aunque, sinceramente, si yo aún no he pagado los 10€ es porque prefiero esperar a que el servicio se asiente y que no llegue algún cafre con intención de cerrarlo. Pero a ese precio, ¿quién no rechaza poder acceder a toda esta música?

Ya lo he comentado antes, creo que esta aplicación puede suponer un antes y un después. No sé cómo habrán negociado con las mayors para permitir que el usuario escoja la canción exacta que quiere escuchar, pero esto es lo que realmente quería el consumidor. Aún le falta mucho desarrollo (listas inteligentes, gestión de favoritos, compartición de gustos, mejores recomendaciones...) pero la semilla ya ha germinado.

Así visionábamos la música en Internet hace unos años (no tantos, la verdad) y así la tenemos hoy. El próximo paso es la omnipresencia del acceso de banda ancha y la extirpación de la idea de "guardar" música. Ya lo comenté hace tiempo, y es que poco a poco, pasito a pasito, vamos llegando a esa utopía digital que tan lejana nos parece.

Bienvenid@s a la verdadera librería musical completa al alcance de tu mano :-)

No hay comentarios: