domingo, 1 de marzo de 2009

El cambio en los medios

Escucho esta mañana que el Christian Science Monitor de Boston, uno de los periódicos más históricos de los USA, y por tanto del mundo, va a desaparecer en papel y quedará tan solo en internet.

La noticia es un hito en el proceso de cambio en los medios, que va más allá de un simple cambio tecnológico, para convertirse en un síntoma de los cambios que nos esperan en estos próximos años.

Escribí hace años un extenso artículo sobre la evolución de los medios a la luz de la cadena de revoluciones industriales, desde mediados del siglo XVIII hasta nuestros días, cuya tesis era que cada nuevo avance tecnológico relevante producía un cambio igualmente relevante en los medios, pero que la rapidez de este cambio tenía que ver con la "necesidad" socio-política de que tales cambios se produjesen.

Por ejemplo, en el caso de la imprenta, fué la peste negra la que produjo una inmensa cantidad de ropa vieja, (la de la gente que había muerto), y Gutemberg pensó que transformada en papel se podrían producir gran cantidad de liobros, pero para ello necesitaba un nuevo método de impresión.

La imprenta de tipos móviles fué un gran invento, pero la velocidad tan intensa a la que se extendió, no tenía que ver con sus evidentes ventajas simplemente, sino con la virulencia de las guerras de religión que se extendían por Europa entre protestantes y católicos.

No fué la tecnología. Fue la reforma y la contrareforma.

Cuando se inventó la radio, los estados estuvieron a favor de la distribución masiva de receptores, como medio de propaganda y control social, y los totalitarismos de los años treinta hicieron uso extensivo del nuevo medio.

Una vez más no fué la tecnología, sino el enfrentamiento entre fascismos y comunismos, y de ambos con las democracias.

Cuando se inventó el telégrafo, se inventaron las agencias de noticias, y su extensión estaba ligada a la expansión del colonialismo y los conflictos en escenarios lejanos, y la necesidad de información rápida para hacer negocios. Recordemos que el barón de Rostchild se hizo rico por haber sido el primero que llegó a Londres con la noticia, (que obviamente no compartió), de la victoria de Waterloo.

Cuando analizaba el caso de internet, también veía las evidentes ventajas del formato electrónico, pero hace tan solo tres años no veía cual sería el catalizador del cambio.

Ahora parece que ese catalizador va a ser la crisis económica y sus consecuencias sobre el tamaño del mercado publicitario.

No obstante, me parece que el modelo económico de este nuevo paso en la historia de los medios, no está nada claro, y me temo que el mundo del todo gratis y el mundo de las redaciones periodísticas no son muy compatibles.

Es un cambio muy profundo que afectará a empresas y profesionales, pero que también está poniendo patas arriba nuestra concepción del mundo.

La campaña de Obama, el uso de la red, la participación de voluntarios, el uso de canciones, la fotogenia del candidato, su uso subliminal de la imagen del mayor de los "santos" vivos de nuestro mundo, me refiero a Nelson Mandela, nos indican que por debajo de estos movimientos fluyen aguas profundas, y que la actual crisis del mundo financiero está abriendo ante nuestros ojos un estado del mundo que no puede resolverse en los niveles de país, o menos de región.

La energía, la información, el dinero, e incluso el crimen, son globales.

Y el único medio global es internet.

Todo lo demás, incluidas las elecciones vascas y gallegas de hoy, es una distracción.

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