Hoy merece la pena leer un artículo de Roberto Centeno en "El Confidencial", titulado "Como salir de la crisis: nunca con Zapatero".
En primer lugar por acercarse a ese periódico en la red, que se está consolidando, gracias a sus columnistas como el mejor de nuestro país.
En segundo lugar porque en medio del artificial debate sobre el IVA, deja caer una vez mas la verdad de la magnitud de la crisis, y pone el acento en la responsabilidad, o mejor dicho irresponsabilidad, de una clase política que es manifiestamente incapaz de enfrentarse a los hechos y decir la verdad a los ciudadanos.
Las cifras que incluye Centeno y que he escuchado repicar en Onda Cero, por cierto sin citar el origen, son espectaculares.
13,1 millones de ocupados sostienen en España a 17,8 millones de personas que viven de los presupuestos del estado.
El gasto público es la mitad del PIB. (Habría que reducirlo a la tercera parte).
Tenemos el mayor descuadre de las cuentas públicas desde el siglo XVI.
El consumo, que es en nuestro país el setenta por ciento del PIB, cae mes a mes: a 12 de marzo el consumo de gasolina cayó el 4,1% respecto al año anterior. Según estas cifras, el PIB real estaría cayendo un 3.4% y no un 0.1% como dice el gobierno.
La mitad del sector financiero español está en graves dificultades y no se puede proceder a su rescate porque los políticastros regionales lo impiden. Se conceden (?) préstamos al 16% TAE.
Nuestra productividad es quince puntos inferior a la de los países de nuestro entorno económico.
Como estos problemas son tan graves, ningún partido se atreve a exponer cual sería un programa de reformas estructurales para atajar la situación.
Reducir el gasto público de la mitad a un tercio del PIB sería desde luego muy doloroso en términos de empleo y de capacidad adquisitiva de mucha gente, ¿pero podemos seguir endeudando a las futuras generaciones?
Todas estas cuestiones llevan a plantearse: ¿es posible un sistema político basado en la alternancia de unos partidos cuyos miembros necesitan salir elegidos para ganarse la vida?
¿Es posible seguir con una casta política que miente y oculta la realidad para ganarse el voto popular?
¿Es posible hacer algo con unos votantes narcotizados por la ignorancia y la cobardía?
Dos perlas del fin de semana:
1. la "conversión" de la cooperante al islam para salvar la vida. ¿Alguien ha leído o escuchado alguna voz de repulsa en la comunidad islámica?
2. la situación de la falta de electricidad en Gerona. Las autoridades del tripartito se han opuesto radicalmente a la construcción de nuevas líneas de alta tensión desde que gobiernan. ¿Alguien ha oido algún debate sobre el tema de la oposición de ecologistas y anti-tecnólogos a estas cuestiones?
lunes, 15 de marzo de 2010
El IVA es otro cuento
Publicado por Antonio Cordón a las 09:47
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2 comentarios:
Me quedo con lo que has dicho aquí: "ningún partido se atreve a exponer cual sería un programa de reformas estructurales para atajar la situación.", efectivamente el problema más gordo que yo veo aquí es que el que está lo está haciendo fatal, pero el que no está tampoco tiene ni idea de cómo hacerlo mejor.
Rajoy está haciendo una oposición pésima, simplemente dice sí cuando Zapatero dice no y dice no cuando Zapatero dice sí, y si Zapatero no se pronuncia entonces él dice que el gobierno va sin rumbo pero no dice ni sí ni no. Claro que Rajoy nos trata a todos como tontos, además de Zapatero, y no tiene ningún plan de futuro ni ninguna idea innovadora para salir de la crisis, y creo que todos sabemos que lo que él espera es esto:
http://blogs.publico.es/manel/1847/plan-maestro/
Yo estoy muy descontento con Zapatero, porque durante la crisis se ha limitado a ir poniendo parches a cada problema que se encontraba (llámalo Plan E) sin aportar ninguna solución que solucione las cosas a largo plazo (llámalo I+D), y desde luego no me parece una buena opción para las próximas elecciones. Sin embargo, el mayor problema que veo yo aquí, es que Rajoy tampoco es una opción, porque durante la oposición ha demostrado ser Zapatero II, y sus planes son tan secretos que efectivamente tiene toda la pinta de que simplemente va a esperar un ciclo económico alto para hacer lo que hizo Zapatero en su primer mandato.
El problema más gordo que hay aquí es que no hay una alternativa realista que nos gobierne como es debido, y sí, todo llama a la rebelión y a quemar contenedores en la calle para exigir una clase política responsable, pero parece demasiado utópico, la verdad...
Efectivamente los dos partidos esperan que la recuperación de Francia y Alemania, (nuestros dos principales clientes), tire de nosotros y nos saque de lo peor de la crisis.
Pero si esa recuperación tarda tendrán que ser las autoridades europeas quienes impongan, (como en Grecia), el plan de austeridad que aquí nadie se atreve a proponer.
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