domingo, 28 de marzo de 2010

Memoria histórica

Como hoy es domingo de ramos, me parece un buen momento para hablar de un tema fascinante como es el de la memoria histórica.

La entrada de Josua el Ungido en Jerusalem a lomos de una burra, en cumplimiento de la profecia de Isaias, le posicionaba como aspirante al trono de Israel y le condujo finalmente a la muerte cuando sus seguidores se diluyeron tras los primeros entusiasmos y le dejaron solo.

Hoy la memoria de aquel suceso mínimo se ha convertido en el arranque de una religión de la que nada sabía el supuesto protagonista, y aquel acto político de la entrada en la capital en un acto de amor y solidaridad.

Así se escribe la historia.

Y ay de aquel que se atreve a desafiar la verdad oficial. Que se lo pregunten al juez Garzón.

Siempre me ha llamado la atención lo claro que tienen otros ciudadanos europeos cual es la razón de la Unión Europea. Se trata de evitar que la creación de opiniones públicas encerradas en concepciones nacionales, degenere en enfrentamientos y eventualmente en guerras.

Es necesario proyectar unos objetivos comunes que nos ayuden a superar tensiones regionales, y sobre todo que nos ayuden a generar la imagen compartida de una "casa común".

En Europa, tras dos terribles guerras esa casa común hubiera parecido imposible sin la reconciliación de franceses y alemanes.

Una reconciliación que tiene su mejor imagen en las fotografías que de tiempo en tiempo se hacen los presidentes de ambos países sobre los cementerios perfectamente cuidados de Verdun o de Normandia.

Me parece que en ambos países hay mucho que recordar y mucho que perdonar, pero para nadie sería aceptable que los muertos de los unos yaciesen en cementerios y los de los otros en fosas comunes.

En España esto no se comprende.

Los muertos de los unos recibieron mayoritariamente sepultura, homenaje e incluso venganza, durante cuarenta años.

Los muertos de los otros yacen en fosas comunes o en enterramientos que consideran humillantes como los del llamado Valle de los Caídos.

La democracia no ha servido para poner fin a semejante iniquidad.

Las leyes de punto final, que tan mal nos parecen en el caso de Argentina o Chile, aquí se han aplicado con rotundidad y con irreversibilidad.

Y no se trata solo de enterramientos.

Después de la contienda se procedió a expropiar bienes a los vencidos: casas, tierras, enseres, joyas, bibliotecas, etc.

Se subastaron a precios convenientes y las compraron los vencedores.

No se han devuelto, excepto en el caso de sindicatos y partidos políticos.

Ahora mismo en Polonia se están devolviendo casas y propiedades expropiadas durante el régimen comunista. Aquí nada.

Yo no soy partidario de juez Garzón. Lo que hizo en el caso GAL me parece repugnante.

Pero no entiendo que el tema de las fosas comunes y de los bienes incautados no se resuelva de una vez.

Solo así podremos pasar página de una vez y considerarnos todos partes del mismo proyecto.

La historia se escribe por manos interesadas, pero como el conflicto China-Google nos enseña, en la era de la información ya no hay una historia única.

Hasta la historia del Ungido sufre embates tan peculiares como los del Código Da Vinci.

Pero aquí seguimos sin saber donde demonios pusieron el cuerpo de García Lorca.

Es una verguenza.

3 comentarios:

Gret dijo...

No no, perdona... hay muchos crímenes de la otra parte no resueltos ;)
¿No estás siendo partidista tú?
Para la revisión de la ley de punto final...lo primero que debería salir a referendum es la monarquía... luego el enjuiciamiento de Carrillo por crímenes contra los derechos humanos en la guerra civil (contrarios a la Convención de Ginebra)

Ainss que me parece que no te aplicas lo que se hizo en Europa...
Por cierto Alemania fue bastante más perjudicada pues perdió la guera... Francia salió ganando con eso de que su gobierno legítimo era clandestino y el de Vichy no contaba... (de hecho es uno de los miembros permanentes de la ONU por deseo americano para compensar el bloque occidental frente al soviético-chino, que por razones de guerra no se merecía, era un país ocupado no un vencedor)

Gret dijo...

De hecho como Alemania perdió se olvidaron las tropelias de las tropas Rusas en territorio alemán... Alemania fue repartida a cachos... mujeres violadas y torturadas por los rusos (cosa de ser vencidos...)
Por cierto te aconsejo que veas un peli... sobre los crimenes del ejército ruso en Polonia (stalin se cargó 35.000 ciudadanos entre prisioneros de guerra... judios y demás minorias en Rusia y Polonia... no juzgados ninguno... pásate por la wikipedia... son cosas de como los Rusos ganaron.... la culpa de los muertos se los echaron a los alemanes...

Que se habla muy bien cuando no se es víctima de lo bien que se han reparado sus crímenes ;) Pero Europa evoluciona... y Alemanía inteligente, no está a la gresca pone dinero para que todos salgan adelante... no compares por favor...

http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Katyn

A mi bisabuelo lo asesinaron en el 34... aún el gobierno no nos ha explicado quién... (se suponía que era de derechas)...

Antonio Cordón dijo...

Los crímenes de las diferentes guerras no tienen solución.

Ni los campos de exterminio, ni las fosas de Katyn, ni los bombardeos sobre Alemania, ni los asesinatos de Paracuellos del Jarama, ni los de la plaza de toros de Badajoz, ni las marchas de la muerte de Filipinas, ni la matanza de Scebrenica.

Los muertos no resucitan, y ellos son los principales justiciables.

Los que han visto sus vidas destruidas en diferentes formas tampoco tienen consuelo tras cincuenta años de olvido y en muchos casos de vejámenes.

Hay que saber acabar con los conflictos trazando una línea de reparación y generosidad.

Abraham Lincoln supo hacerlo solo unos meses después de terminar la guerra civil.

Hoy, Estados Unidos es un país en el que el costurón de la guerra se nota pero no se sufre. Lo mismo que entre Alemania y Francia.

Las guerras tienen que terminar.

Hay que dejar que la gente descanse en paz.

Hasta en Bosnia se han excavado las fosas comunes y se ha enterrado a la gente.

El odio en España tiene que acabar.

No podemos seguir echándonos los cadáveres a la cara.

Enterremos a todos los que se pueda correctamente y pasemos página.

Es por nuestro, (vuestro), propio bien.