Hace un par de días hablaba con unos amigos, uno de ellos catalán, sobre la cuestión de si los catalanes están mal vistos en España, y si es o no posible que un catalán ocupe la presidencia de la CEOE.
A mi me sorprende mucho que gente inteligente como mi amigo no sepan separar sus sentimientos nacionalistas de la realidad.
Y la realidad es que desde hace ya mucho años, el antiespañolismo se ha convertido en el eje de cualquier campaña electoral en Cataluña, y los insultos a lo español el discurso mas utilizado.
Como yo le decía, aquí en Madrid puede ser que veamos a grupos minoritarios de extrema derecha o de ultra sur gritando consignas anti-catalanas. Pero lo que no hemos visto es que en los vídeos electorales de partidos mayoritarios se llame a los catalanes ladrones, o a Cataluña, la puta Cataluña.
Tampoco hemos visto que el Santiago Bernabeu en pleno abuchee al presidente de la Generalitat, o que el día del 2 de Mayo nos dediquemos a quemar banderas catalanas.
Dice mi amigo que hay que construir puentes entre Madrid y Barcelona, y a mi me parece bien, pero los puentes se construyen hacia lugares con los que se quiere compartir.
No a lugares en que se odia todo lo que proviene del otro lado. Esos puentes, como el de Mostar, tiene que custodiarlos la ONU.
Durante mas de treinta años los políticos catalanes se han dedicado a levantar barreras y a establecer la dicotomía Cataluña/España, supuestamente con la idea de favorecer un estado federal como el alemán.
Eso estaría bien si la dicotomía hubiese sido Cataluña/Castilla/Andalucía/Vascongadas/etc.
"Estados/lander" distintos dentro de una misma España.
Pero no es así. Aquí de lo que se trata es de fijar la idea de que una cosa es España y otra Cataluña.
Y ahora nos vienen a decir que se está perdiendo el sentimiento de ser tan español como catalán.
Como diría mi abuela, ¡pachasco!
Pues claro que se está perdiendo. ¿Como van a tener ese sentimiento jóvenes que han sido educados en la idea de que España es una fiesta y Cataluña la nación que paga esa fiesta?
Como van a desarrollar ese sentimiento los que han recibido desde pequeños el mensaje, nosotros los catalanes, vosotros los españoles.
Algunas personas en Madrid, entre los que me incluyo, quisiéramos un estado mas descentralizado. Entre otras cosas para parar la monstruosidad en que se está convirtiendo Madrid.
Pero, ¿que confianza podemos tener en una ciudad como Barcelona que ha pasado de ser la segunda ciudad de España a ser la primera de Cataluña?
¿Que futuro estamos preparando si la opinión mayoritaria en Cataluña es que los españoles somos unos ladrones y unos vividores, como dijo ayer mismo Artur Mas?
Y de verdad cree alguien que todos esos insultos reiterados hasta la nausea, no van a tener efecto en los españoles?
Dice mi amigo que crece el desafecto hacia España entre los catalanes.
Como yo le respondí, el desafecto comienza a ser mutuo, y como dice Joaquín Sabina, "para decir con dios a los dos nos sobran los motivos".
jueves, 25 de noviembre de 2010
Los catalanes y la fiesta española
Publicado por Antonio Cordón a las 09:13
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