jueves, 26 de febrero de 2009

Ikea Telecom

Ikea lanza su propia oferta convergente (voz y datos, en fijo y móvil) y ya no me sorprende nada. Sí, Ikea, los suecos de los muebles que empiezas montando con ilusión para acabar maldiciendo contra el norteño que diseñó el modelo Konörtrell. Pues esos ahora te venden servicio de telecomunicaciones, y parece ser que ya lo estaban haciendo en UK, así que supongo que saben lo que se hacen.

Lo que cada vez queda más claro es que las telecomunicaciones se están convirtiendo en una commodity. Ya no solo las lladas entre teléfonos fijos nacionales, que se ofrecen de forma gratuita en cualquier servicio, sino la propia conexión de ADSL o 3G ya no se ve como un servicio de valor, sino como un supuesto.

Supongo que Ikea ofrecerá la misma propuesta de valor en telecomunicaciones que con sus muebles: fácil y barato para construir tu hogar ideal; eso sí, con un servico de atención al cliente o de valor añadido bajo mínimos. Si ya venden cocinas y colchones, ¿por qué no conexión a Internet? Total, el mecanismo de compra del producto a una empresa tercera es el mismo y el canal de distribución ya lo tienen montado. No hay más que poner el nombre de Ikea y ya está listo para vender.

Al otro extremo del espectro nos encontramos con Telefónica, Orange y, recientemente, Vodafone, que han de tratar por todos los medios de convencer a los clientes que su producto es tan mejor que merece la pena pagar más por él, en tiempos de crisis como estamos. Para ello han de utilizar sus propias armas, comenzando por la oferta de servicios de valor añadido que hagan diferenciar su producto, cuya base es la misma del de la múltiple competencia que está surgiendo.

¿Hay mercado para todos? Pues esa es una buena pregunta, porque entre operadores tradicionales y OMVs para móviles pueden montar ya un partido de fútbol 11. Siempre que he creído que algunas compañías sí que serán capaces de ofrecer con éxito servicios de telecomunicaciones como complemento a su producto base, apoyándose en la marca. Otras se quedarán en simples proyectos o acabarán desapareciendo. Veo a Ikea más en el primer grupo, enfocada en todos aquellos jóvenes que buscan la independencia y que realmente no les importa mucho quién les provea las telecomunicaciones mientras puedan hablar por teléfono y consultar el mail. Ahí están los suecos para ofrecer un servio agregado y completo de construcción de hogar. ¿Habrá que montar también un router comprado a piezas?

Pero con lo que me quedo de esta noticia es sin duda la llegada de las telecomunicaciones al terrenos de las commodities. No es un hecho ni bueno ni malo, quizá esperable y deseable. Al fin y al cabo, soy de los que piensan que una conexión a Internet debería estar al nivel del agua y la luz de nuestros hogares.

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