martes, 1 de septiembre de 2009

Pagando por acceder a las noticias

A principios de agosto, Rupert Murdoch, magnate de la información, CEO de News Corp., comentó que tenía intención de cobrar por el acceso a todos sus sitios de noticias después del verano, como ya hace con el The Wall Street Journal.

¿Es volver a los modelos de negocio de la primera edad de Internet una buena idea? ¿Es un suicidio financiero? En España tenemos el claro caso de El País y El Mundo, los 2 principales diarios de tirada nacional. El primero optó por un modelo de pago por acceso a los contenidos y ello permitió al segundo alzarse con un liderazgo en Internet del que aún hoy disfruta. Pero este caso no tiene porque ser generalizado para todos los casos. Cada escenario tiene sus propios participantes y contexto, qué hacen de cada uno una situación única.

Yo creo que en este mundo de hiperabundancia de contenidos e información hay lugar tanto para el acceso condicionado como para la subvención por publicidad. Por un lado tenemos las noticias más generalistas, las que publican medios de información generales y aparecen en telenoticias, periódicos, blogs, agencias de noticias, Twitter, etc. Información por la que, precisamente por su omnipresencia característica, es muy complicado cobrar.

Pero en el otro extremo (y no nos olvidemos de una larga gama de grises) se encuentra ese contenido más especializado y profundo, de difícil acceso, editoriales y opiniones de las grandes mentes del sector. Yo creo que sí que existe este tipo de información que merece ser pagada. El ejemplo más claro es la información financiera, la cual ha de ser consumida inmediatamente después de ser producida, además de que cuanto más profundamente analizada es, mayor valor aporta. Sí, cierto es que existen blogs y periódicos de acceso gratuito que ofrecen este servicio de comunicación con una alta calidad, pero creo en la mayoría de los casos hay espacio para un contenido de pago más "profundo". Sin olvidar además que si tú pagas, puedes exigir un cierto nivel de servicio, no pudiendo reclamar a nadie si un medio gratuito distorsiona las verdades o cierra un día de repente.

Ambos modelos de acceso al contenido no tienen por qué ir enfocados a los mismos segmentos de población, ni tienen por qué cubrir las mismas necesidades. En ciertos casos interesará más que el contenido sea abierto y pueda ser indexado por los buscadores, dirigiendo tráfico hacia la página. Y en otros casos interesará que el contenido sea exclusivo, y que precisamente sólo accedan a él aquellas personas dispuestas a pagar.

No nos pensemos que porque en Internet impere lo gratuito todo servicio o producto haya de seguir este modelo. Cada uno tiene que encontrar su propio camino y explotarlo, sin olvidar que es posible cambiar de dirección.

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