viernes, 28 de marzo de 2008

Barreras artificiales como segmentadores de consumidores

Bajo este título tan largo e incluso pomposo, pretendo plasmar en texto una serie de divagaciones en las que entré una vez escrito el post acerca de South Park. Lanzo la idea y espero a ver si recibo algún comentario durante el fin de semana que aporte vuestra opinión y así me retroalimente a su vez con nuevas ideas ;-)

En concreto estuve pensando sobre el tema de las barreras artificiales para reconstruir las barreras geográficas. En concreto como los capítulos de South Park están a disposición del público, a través de Internet, desde cualquier punto del globo terráqueo. En un principio esta idea me pareció buenísima, libre de toda duda. Ahora ya lo tengo menos claro....

Y la mejor manera de expresar una idea nebulosa que habita la mente de uno es con un ejemplo. Situémonos en China: campeonato interestatal de ping-pong, por ejemplo, que allí se lleva mucho. El público está muy interesado en el evento y hay una audiencia potencial que demanda tener acceso a él desde Internet.

Dada la gran expectación que causa el campeonato, el chino medio está dispuesto a pagar hasta 20€ (lo que sea en moneda china, renminbis). Por ello, la cadena propone un cobro en la web de tal cantidad para poder seguir el evento.

Sin embargo, la cadena quiere explotar este contenido más allá de las fronteras chinas. No es que mucha gente lo demande en nuestro viejo continente, pero dado el prácticamente nulo coste de hacer tal extensión de base de clientes potenciales, esta parece una buena idea. Y aquí es donde entra el problema, porque casi ningún habitante del planeta fuera de China estará interesado en seguir el campeonato a un precio de 20€. Para ellos el contenido vale menos, mucho menos. ¿Qué hacer en esta situación?

Restringir las emisiones a China de alguna manera podría ser una opción, pero entonces se estarían perdiendo oportunidades. Seguro que hay gente que vería el contenido si fuese de acceso gratuito, aunque fuese aderezado con publicidad. El punto sería cobrarle a cada consumidor lo que estuviese dispuesto a pagar.

Parece lógico que la manera de distinguir consumidores potenciales en este caso es por un criterio geográfico. No es una medida exacta, pero probablemente si bastante aproximada. Ahora sí que entiendo que en ciertos escenarios resulte interesante el uso de barreras artificiales que reproduzcan las geográficas.

Con todo el tema de la globalización y la Internet mundial se nos olvida que, aunque las barreras geográficas desaparezcan, las culturales se mantienen, e incluso se hacen más presentes. Un factor crítico a considerar a la hora de hacer negocios en este nuevo escenario, sobre todo negocios a nivel global.

Lo que para mí tiene un valor, para una persona al otro lado del mundo probablemente tenga otro. Se nos puede ofrecer un mismo precio a los dos, perdiendo oportunidades para uno de los extremos de la cadena (proveedor, si se vende al precio barato, o consumidor, si se vende al precio caro), o manejar barreras que separen los distintos segmentos de consumidores. ¿Y si estas barreras quedan difuminadas en un escenario digital? ¿Las recreamos virtual y artificialmente? ¿Cuándo esto es aprovechar oportunidades y cuándo cerrárselas? ¿Qué se puede hacer?

Vaya post laaargo que acabo de soltar.... ¡Espero que al menos haya resultado interesante y vuestros comentarios!

¡Buen fin de semana a tod@s!

No hay comentarios: