martes, 18 de marzo de 2008

¿Facebook decae?

El fenómeno Facebook se ha instaurado en la cultura de Internet. Aupada como la red social número 1 (al menos en Europa, América y Asia van por otros derroteros) gana usuarios día a día.

Su sistema abierto al desarrollo e instalación de aplicaciones ha permitido que los consumidores pudiesen desarrollar y/o usar los servicios que ellos quisiesen. Es la red social a la carta, que cada uno adapta a sus necesidades y gustos. Mapamundis, juegos de preguntas y respuestas, agrupaciones de usuarios.... un montón de posibilidades. Si ayer hablábamos de la diversidad de las personas que habitan este mundo, eso mismo es aplicable a sus gustos y necesidades. Por ello, esta capacidad de personalización que trajo Facebook (junto con la página inicial de resumen de actividades de tus amigos, una gran idea) permitió su ascensión a los altares de Internet.

Pero precisamente lo que una vez le encumbró, puede que ahora se le vuelva en su contra. Según se van sumando aplicaciones a la plataforma Facebook, y según uno como usuario ve crecer su número de amigos, la cantidad de avisos e invitaciones que se reciben diariamente comienza a ser abrumadora.

Para ser pirata, para que te voten como mejor amigo, para medir tu CI, para jugar al póker.... Las aplicaciones realmente interesantes se pueden contar con los dedos de una mano. De hecho, la mayoría de la gente ya las tiene instaladas; por lo demás la mecánica consiste en rechazar una y otra vez invitaciones de diversos amigos cuyo objetivo en Internet parece ser coleccionar basura inútil. El Síndrome de Diógenes adaptado a nuestros días.

El hecho de que los desarrolladores te induzcan a invitar a 20 de tus amigos cada vez instalas una aplicación tampoco ayudar a detener la maquinaria.... Y no soy el único que piensa así :-)





Que no se me malinterprete, considero Facebook como una web muy interesante, en la que estoy inscrito y de la que disfruto. Pero sí que es cierto que a veces resulta un poco molesto recibir invitaciones absurdas que perturban la experiencia del usuario. De alguna manera habría que tratar de limitar esto, porque por menos han caído otras grandes webs de Internet frente a sustitutos que se presentan como novedosos.

La vida de estos servicios suele ser relativamente corta, así que hay que tratar de alargarla lo máximo posible. Por evidente que sea no deja de ser cierto: hay que "atar" la base de usuarios existente, evitar "expulsarles" mediante este tipo de molestias, mientras que se procura ampliar dicha base.

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