Después de varios días alejado del blogger, me asalta la noticia de que nadie está de acuerdo con lo que propone la CMT para la red de fibra óptica en España. Suele ocurrir cuando se intenta contemporizar y encontrar soluciones intermedias.
En realidad todos sabemos que es lo que pasa. Telefónica es la única compañía con capacidad para invertir, y lo lógico sería que el marco regulador permitiese que esta compañía invirtiese y recuperase su inversión, como lo hace Repsol si explota un campo petrolífero, o el banco de Santander si crea una red de sucursales.
A nadie se le ocurriría exigir a Emilio Botín que abriese sus sucursales para que el banco peporrez, que ni tiene dinero para hacer sucursales, ni ganas de gastárselo, ocupase un lugar igual al del Santander, ¡ en la red del Santander!
Pero claro, en Bruselas cantan los coros de la sagrada competencia, y aquí tiene que haber competencia, (aunque en realidad no pueda haberla).
El resultado es que los españoles tendremos que conformarnos con el ADSL, o que el municipio de Madrid o de Barcelona comiencen a tender su propia red.
La CMT no puede hacer otra cosa que la que hace ya que su misión es velar por la competencia, no por el servicio ni por las infraestructuras, y lo mismo pasa en los demás países europeos.
Es por estas cosas que no extraña que los irlandeses hayan dicho que no a la UE.
Las telecos son cosa de muy pocos, y aquí no nos queremos enterar.
Una cosa es la competencia y otra la falta de opciones.
En Europa tenemos cuatro o cinco grandes operadores. Son los que pueden invertir.Lo que hay que conseguir es que compitan entre ellos.
miércoles, 25 de junio de 2008
La famosa red de fibra
Publicado por Antonio Cordón a las 19:34
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