martes, 3 de junio de 2008

WiFi, Wimax y otras historias

Está muy bién el acceso gratuito a internet y todas esas cosas, y también lo de los modelos "nuevos" de financiación que se proponen para el mundo digital, y además a algunos les salen las cuentas como a Google, pero cuando se trata de tender redes de alcance y cobertura general, las cuentas no salen.

Un reciente estudio de la universidad de Gante, en Bélgica, sobre las posibilidades de crear una red Wimax en el territorio (pequeño y plano), de aquel país ha concluido que tal red sería inviable, a no ser que hablemos solamente de nucleos urbanos y dentro de ellos mas bien de hotspots.

El estudio, que se extiende por la comparación entre inversiones y net present value de la operación, incluyendo infraestructura, mantenimiento y terminales, en diferentes escenarios de velocidad de despliegue, es bastante pesimista, como lo fué en su día el consejo de Sprint, y del ayuntamiento de San Francisco.

Y es que una cosa es montar una serie de hot spots universitarios y cafeteros, y otra muy distinta cubrir un país, aunque sea tan pequeño y tan plano como Bélgica.

Lo siento por la utopia internetera que encuentra tan romántico el Wimax, pero pensar que va a ser una aternativa a UMTS/LTE o a la fibra óptica, no deja de ser una ilusión.

Eso si, aunque crear valor no lo consiga, destruirlo si que lo hará.

Y con estas cosas y con la comisión europea dispuesta a dar una batalla frontal porque las redes de nueva generación se abran al uso de los competidores del inversor, me parece que en Europa tendremos que esperar pacientemente por la banda ancha.

Por cierto que hoy El País publica un artículo de Ramón Muñoz en el que por primera vez alguien se atreve a decir lo obvio, es decir que ADSL no es banda ancha.

Me parece que nuestros responsables políticos, en lugar de querer corregir las estadísticas, lo primero que tendrían que hacer es asumir la cruda realidad, que es que en España la banda ancha NO EXISTE.

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