domingo, 8 de junio de 2008

Comunidades y redes sociales

La proliferación de redes sociales en Internet es impresionante. Comenzando por las típicas construídas para poder "virtualizar" los lazos que le unen a uno con sus amigos hasta las últimas aparecidas, más enfocadas a un interés concreto o en una finalidad determinada.

Quizá la red social más famosa ahora mismo, como ya he comentado en alguna otra ocasión, sea Facebook. Hace poco más de un año irrumpió en nuestras vidas, y ahora mismo cuesta encontrar algún joven que no tenga perfil. No obstante, en este tipo de servicios, las externalidades son críticas. Donde están tus amigos, es donde quiere estar uno. Así que la gente acude en masa, o mejor dicho, en grupos, a determinadas redes, unidos por un mismo punto de homogeneidad, que les identifique socialmente. Siendo este es precisamente el objetivo al que han de apuntar las nuevas redes que quieran entrar en el mercado.

Por ejemplo, en España lleva ya unos cuantos meses surgiendo Tuenti como alternativa al Facebook. La idea base es la misma, las diferencias, notables pero no determinantes. Lo que une a los usuarios de Tuenti y les empuja a usar establecer una rpesencia en esta red, es el sentirse parte de un todo con identidad propia, en este caso jóvenes universitarios españoles.

Estamos hablando de especialización. En un comienzo, la ventaja de las redes sociales era el poder estar conectado con todo el mundo, literalmente. Una vez el fenómeno ha evolucionado, la virtud está en poder estar conectado con todo el mundo que sea parte de "tu mundo".

Y de ahí el crecimiento de las redes verticales. Moterus me llama especialmente la atención, quizá por la claridad de su propuesta: una red social para amantes de las motos. Si no te interesan las motos, no tienes nada que hacer ahí. Ahora, si son tu gran hobby, disfrutarás al máximo, conocerás gente con gustos similares y tendrás acceso a toda la información del mundillo. Todo son ventajas y no sólo para los usuarios. Los anunciantes encuentran aquí la plataforma perfecta, ya que los receptores potenciales de su publicidad están claramente segmentados y las probabilidades de captar su atención son enormes. Y, como la pescadilla que se muerde la cola, los usuarios ganan una vez más, ya que reciben información (publicidad) de los productos que les interesan. Todos ganan, incluídos los administradores de la red.

Otra versión de estas redes sociales son aquellas que permiten crear redes verticales. En este caso me remito a WeShow, un agregador de vídeos que permite a los usuarios crear su propia comunidad de vídeos que traten sobre sus intereses. Es decir, unir en un sólo portal aquellos vídeos que tienen una temática común, para compartilos con todos aquellos interesados. Una vez más, gente reunida alrededor de un lazo que les une; aunque en este caso en concreto, cada usuario se ata su lazo. Una alternativa prometedora, sin duda.

Competir de otra manera contra Facebook, en el terreno de las redes sociales generalistas, es tremendamente complicado. La única forma sería dándole una vuelta de tuerca al concepto de red social y su oferta. No basta con añadir un par de funcionalidades más, porque no convencería a toda esa gente que ya tiene a sus amigos en Facebook (altísima barrera de salida), y no tiene motivación suficiente como para salir de allí.

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