jueves, 7 de enero de 2010

Los autores en guerra

Como "predeciamos" sin gran riesgo, la polémica de las descargas está en un momento de agitación ante la definitiva (?) redacción de los artículos de la Ley de la Economía Sostenible (?), en los que se va a tratar la cuestión de los procedimientos administrativos aplicables al control (y castigo) de los infractores de las normas de derechos de autor.

En este ambiente el siempre dicharachero ex-presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodriguez Ibarra publicó hace un par de días un artículo de opinión en El País en el que manifestaba su disconformidad con los autores "artísticos" que quieren sacar rendimiento en su opinión abusivo de sus obras.

Decía Rodriguez Ibarra que otros colectivos, los arquitectos, los ingenieros, etc, no perciben derechos de autor cada vez que cruzamos un puente o entramos en un edificio, y que si vamos a un frutero podemos comprar dos naranjas y no una caja entera.

Esto de los fruteros ha excitado a los "artistas" que se han lanzado como fieras a afear al antaño bellotari su postura a favor del todo gratis. Primero fué Victor Manuel, el egregio compositor de obras como "el abuelo Victor" o "la puerta de alcalá", y hoy ha sido Antonio Muñoz Molina, otro de la quinta de los primeros cincuenta, escritor con ínfulas de mayor, pero regularcito.

La cuestión es que están en pié de guerra y que el gobierno es un pelele a sus piés con un ministerio dedicado a servir los intereses del bando artístico.

Y así no van a salir las cuentas.

Para que haya solución a este asunto hace falta un poco de equidad.

Bien está que haya que pagar por los contenidos, pero habrá que contener las ansias de unos colectivos y unas industrias que se pasan cantidad a la hora de poner precio a sus obras, y que se pasan aún mas al pretender cobrar por todo uso de esas obras, sea el que sea aunque estemos hablando de la copia privada que es una auténtica aberración.

La solución española a este asunto no puede ser justa si el juez es parte del veredicto.

El ministerio de Cultura (?) está inhabilitado para mediar con justicia entre las partes, la industria cultural carece de frenos (y de verguenza), y los que hablan por los creadores carecen de credibilidad aunque no de capacidad de levantar la voz.

A Juan Carlos Rodriguez Ibarra ya le conocemos por su apoyo al software libre, pero a Victor Manuel y a los demás también los conocemos por su persistente enchufe al poder y a la mamandurria.

Y mientras, el ministerio de Industria se niega a ceder a la CMT ninguna capacidad en este asunto, cuando en otros países se les está dando.

Está en juego el porvenir de una industria y eso no es una broma, pero las cosas no se van a arreglar con tapujos y con bravuconadas.

Hacen falta nuevos interlocutores, y una vez mas tiene que haber un cambio generacional.

Ni Rodriguez, ni Victor Manuel.

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