Lo que supuso el iPhone no fue la presentación de una nueva tecnología revolucionaria (la pantalla táctil ya existía antes, aunque esta sea una versión más avanzada), sino que su innovación reside en proporcionar lo que toda la industría sabía que tenía que llegar, pero no cuándo. La convergencia de los diversos dispositivos personales en un solo aparato era el siguiente paso lógico en la evolución del teléfono móvil, pero nadie se atrevía con el. Hasta la semana pasada.
Una vez puesta la primera piedra en el camino, las demás empresas empiezan a mostrar sus cartas. El primero de todos en ser el segundo ha sido LG son su KE850.
Este terminal sigue claramente el camino abierto por el iPhone. El parecido es evidente y no sólo en el exterior, sino que las funciones son prácticamente las mismas. Como muestra, un bouton:
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