Lo comentaba en el post anterior y creo que es algo que nadie a día de hoy pone en duda: nos encontramos inmersos en una crisis. Éstas existen en muchs formas y colores, y supongo que podríamos calificar la actual como económica, e incluso social.
Hace ya tiempo leí una frase, siento no recordar su autor, que se me quedó grabada, ya que define exactamente un concepto algo difuso: una crisis es cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. Merece la pena leerla dos o tres veces más, masticarla mentalmente y digerirla con reposo, ya que en diecisiete palabras transmite muchas ideas.
En este caso, ¿qué es situación es vieja y está muriéndose? ¿Qué es lo nuevo? Especialmente relevante me parece esta última cuestión ya que, esos que sean capaz de iniciarse en lo nuevo antes que el resto, serán los líderes del mundo del mañana.
En mi opinión, condicionada por mi limitado conocimiento en estos campos, y después de darle varias vueltas, lo viejo es el pensamiento de que todo crédito es recuperable en el tiempo con intereses. Como ejemplo más claro, los bancos. Hasta hace bien poco prácticamente cualquier persona podía conseguir dinero en un banco, aunque se ofreciesen pocas garantías de pago. Total, debían pensar los bancos, simplemente pagará más durante más tiempo. Hasta que no se ha podido pagar de ninguna manera.
Otro ejemplo es la compra/venta de pisos. Daba igual cuánto se pagase por un piso, siempre estaba el convencimiento de que en unos años se podría vender por más dinero. Hasta que no se ha podido.
Estos cambios han traído consigo una serie de consecuencias en la forma de pensar en todos los estratos de la sociedad, que han hecho que nuestra experiencia en el mundo, ya antigua, este muriendo. ¿Para dar paso a qué?
Ahh, ese es el gran secreto. Yo creo que el horizonte está teñido por la clara influencia provocada por los cambios en la cadena de valor, principalmente la posibilidad de replicar y distribuir productos (digitales) sin incremento en el coste. El peso (y el valor económico) de la información como producto es cada día más importante.
Hace ya tiempo leí una frase, siento no recordar su autor, que se me quedó grabada, ya que define exactamente un concepto algo difuso: una crisis es cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. Merece la pena leerla dos o tres veces más, masticarla mentalmente y digerirla con reposo, ya que en diecisiete palabras transmite muchas ideas.
En este caso, ¿qué es situación es vieja y está muriéndose? ¿Qué es lo nuevo? Especialmente relevante me parece esta última cuestión ya que, esos que sean capaz de iniciarse en lo nuevo antes que el resto, serán los líderes del mundo del mañana.
En mi opinión, condicionada por mi limitado conocimiento en estos campos, y después de darle varias vueltas, lo viejo es el pensamiento de que todo crédito es recuperable en el tiempo con intereses. Como ejemplo más claro, los bancos. Hasta hace bien poco prácticamente cualquier persona podía conseguir dinero en un banco, aunque se ofreciesen pocas garantías de pago. Total, debían pensar los bancos, simplemente pagará más durante más tiempo. Hasta que no se ha podido pagar de ninguna manera.
Otro ejemplo es la compra/venta de pisos. Daba igual cuánto se pagase por un piso, siempre estaba el convencimiento de que en unos años se podría vender por más dinero. Hasta que no se ha podido.
Estos cambios han traído consigo una serie de consecuencias en la forma de pensar en todos los estratos de la sociedad, que han hecho que nuestra experiencia en el mundo, ya antigua, este muriendo. ¿Para dar paso a qué?
Ahh, ese es el gran secreto. Yo creo que el horizonte está teñido por la clara influencia provocada por los cambios en la cadena de valor, principalmente la posibilidad de replicar y distribuir productos (digitales) sin incremento en el coste. El peso (y el valor económico) de la información como producto es cada día más importante.
1 comentario:
Fué el emperador romano Marco Aurelio quien dijo que su tiempo era uno en que los dioses antiguos habían muerto , pero los nuevos aún no habían nacido.
Es efectivamente una buena forma de describir metaforicamente una crisis, que como sabes quiere decir en griego simplemente cambio.
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