lunes, 4 de mayo de 2009

El grupo Prisa

Se anuncia la dimisión de Javier Díaz Polanco, consejero delegado de Sogecable y líder del grupo Prisa como heredero de Jesús Polanco, el hobre que lo creó todo.

Soplan vientos huracanados para este grupo que una vez parecía que estaba destinado a convertirse en uno de los ejes de la sociedad de la información española, y que hoy se las ve y se las desea para sobrevivir.

No me alegro.

No solamente porque El País ha sido "mi" periódico desde la transición a la democracia, y porque gracias a Canal Plus me he salvado de asistir a la escalada de basura y apoteosis de la gentuza que ha vivido la televisión publicitaria, sino porque el grupo Prisa ha encarnado en España los viejos ideales de la burguesía progresista liberal, que trajeron la segunda república, aunque ésta cayera pronto en manos de matones de la izquierda y el anarquismo.

También El País ha caido ultimamente en manos de los propagandistas del buenismo y el progresismo idiotizado, pero aun así todavía podemos leer en sus páginas a Moises Naim o Timothy Ashton Garth, entre otros brillantes analistas, que nos permiten vislumbrar junto a los artículos de Javier Marias en el dominical, que la inteligencia no ha muerto o por lo menos que no ha desaparecido de las páginas del grupo Prisa.

La crisis ha venido a golpear al grupo en el peor momento. Aquel en que intentaban salvarse vendiendo Sogecable, que se había convertido en un lastre insostenible merced a la estrategia, no se si suicida, de los muchachos de Mediapro con el futbol y sus derechos.

Me gustaría saber quien paga las facturas de tanto partido en abierto.

Ya veremos si no termina apareciendo en escena un famoso accionista mejicano de Mediapro, Carlos Slim, cuya sombra planea sobre los escenarios de la sociedad de la información española hace mucho tiempo.

La crisis de los medios va cobrándose víctimas y la verdad es que veo con preocupación que nuestras oportunidades de ser alguien en la globalidad se vayan estrechando.

En un artículo que escribí hace años sobre el papel del español en el mundo global, terminaba diciendo que en mi opinión nuestro idioma tendría un lñugar importante, pero que no podíamos confiar en que el modelo final fuese el marcado por nuestro acento (castellano), sino mas bién por el de Bety la fea.

Hoy me temo que estamos mas cerca de ser irrelevantes.

No hay comentarios: