martes, 15 de abril de 2008

Nuevo gobierno, nuevas políticas (esperamos)

Desde AETIC, la patronal del sector de la electrónica y las TIC, hemos pasado la campaña electoral clamando por unas nuevas políticas que conduzcan a esta país hacia la modernidad.

Entrado el ladrillo en crisis, debido a la acción (que cada uno la califique a su gusto), de especuladores, y munícipes corruptos , este país se enfrenta a la necesidad de abandonar ese sistema económico basado en acumular ladrillos, similar al de los egipcios de los tiempos de Ramses, para entrar en competencia con los países de nuestro entorno, que se aprestan a competir en tecnología y servicios.

Bien es cierto que el ladrillo nos ha dado a grandes hombres como Paco el pocero, o los múltiples presidentes de clubes de fútbol que pululan por nuestros medios de comunicación exhibiendo su estulticia.

Bien es cierto que hemos hipotecado de por vida a varias generaciones, y enriquecido a miles de agricultores que pasean en mercedes en lugar de en tractor.

Pero consumado el desastre era tiempo de ponerse manos a la obra.

El nombramiento de Miguel Sebastian y de Cristina Garmendia es una gran noticia para nuestro sector y para los que creemos que es tiempo de sacudir algunas instituciones como la universidad, que apestan a naftalina y a privilegios injustificables, y de favorecer a tantos jóvenes emprendedores, o no tan jóvenes, que pueden competir en el mundo abierto.

Esperamos que de una vez por todas se tomen iniciativas importantes para apoyar a las industrias innovadoras, que se aproveche el caudal de conocimiento de nuestros jóvenes, y que se fijen estrategias para seleccionar aquellos sectores y tecnologías en los que España puede jugar un papel importante en el mundo.

No es que yo crea que podemos convertirnos en Finlandia de la noche a la mañana, pero si creo que podemos avanzar, porque ya hemos avanzado.

En su toma de posesión Miguel Sebastian le decía a Jesús Banegas, nuestro presidente, ¡Jesús, ahora tenemos que poner en marcha todo lo que hemos hablado!

A ver si es verdad.

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